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Trastorno obsesivo compulsivo (TOC)

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¿Qué es el TOC?

El trastorno obsesivo compulsivo (conocido por sus siglas TOC) se caracteriza por la presencia de obsesiones y/o compulsiones reiteradas, lo suficientemente graves como para causar un intenso malestar en el individuo, una gran pérdida de tiempo o una interferencia significativa con la rutina o su vida habitual.

Las obsesiones se definen como ideas, pensamientos o imágenes persistentes o repetitivas que se experimentan, por lo menos inicialmente, como intrusas y sin sentido (ver a tu hijo tendido en el suelo tras un accidente, el pensamiento de matar a tu hijo de una puñalada, etc.)

Las compulsiones se definen como conductas (también pueden ser actos mentales) repetitivas e intencionales que se suelen efectuar como respuesta a una obsesión de forma estereotipada o de acuerdo a determinadas reglas. Estas conductas se suelen realizar para neutralizar o impedir el malestar o algún acontecimiento o situación temidas. El individuo reconoce que su conducta es obsesiva e irracional (muy parecida a los actos supersticiosos). Se pueden conceptuar como una respuesta de escape o evitación

Algunos datos sobre el TOC

Muchas personas con TOC tienen creencias disfuncionales. Estas creencias son un sentido exagerado de la responsabilidad, la tendencia a sobrestimar las amenazas, el perfeccionismo, la intolerancia a la incertidumbre, otorgar excesiva importancia a los pensamientos y la necesidad de controlar los pensamientos

La prevalencia anual del TOC en Estados Unidos es del 1,2% y la observada a nivel internacional es similar (1,1-1,8%)

La edad media de inicio del TOC es de 19,5 años. El 25% de los casos se inicia a la edad de 14 años.

Su comienzo después de los 35 años es inusual

¿Cómo es una persona con TOC?

El TOC se genera a menudo a partir de un tipo de personalidad caracterizada por el perfeccionismo, el orden, las dudas, la dependencia y la influencia de mayores expectativas de los padres respecto a los rendimientos. Dado lo incapacitante del trastorno y el malestar que produce su sintomatología, se suele asociar a medio plazo a sintomatología depresiva. En el TOC se pueden distinguir las siguientes manifestaciones

Rituales de limpieza

Intentan evitar el contacto con objetos-sujetos supuestamente sucios y llevan a cabo rituales de limpieza

Rituales de comprobación

Consisten en la realización repetida de conductas de comprobación (si se ha cerrado la puerta, apagado el gas, etc.) para asegurarse de que han realizado una acción correctamente y no han hecho daño a alguien en el proceso o que no han hecho algo que por azar pueda causar daño en el futuro

Pensamientos o rumiaciones obsesivas

Hay sujetos que presentan únicamente ideas, pensamientos o imágenes sin que sean seguidos por acciones o rituales. Su temática suele ser religiosa, moral en términos de escrupulosidad, pureza y protección de corporal o de peligros, sexo, orden y simetría, etc.

Lentitud y repetición obsesiva

Donde se invierte mucho tiempo por una rutina muy estricta. Hay una gran concienciación y duda obsesiva (tienen una conciencia muy estricta que hace que se sientan obligados a cerciorarse de que las cosas han sido correctamente terminadas por su excesiva responsabilidad)

Los mejores resultados en terapia con TOC se obtienen combinando la psicoterapia con la medicación con antidepresivos que aumentan la serotonina, como la cloripramina y los actuales ISRS

¿Existen diversos tipos de TOC?

La respuesta es si. Podríamos distinguir seis tipos de TOC distintos, en función de la temática de sus obsesiones y compulsiones. Existen:

Los obsesivos puros

Son aquellos que experimentan pensamientos e imágenes involuntarios, intrusos y horrendos en los que causan daño a los demás. En vez de implicarse en rituales conductuales, pueden dedicarse a pensamientos repetitivos, tales como contar, rezar o repetir ciertas palabras, para contrarrestar sus pensamientos generadores de ansiedad. También pueden revisar mentalmente, y de modo obsesivo, las situaciones para protegerse ante la duda y reducir la ansiedad

Los comprobadores

Son aquellos que viven con la sensación, exagerada e irracional, de ser responsables de los posibles daños y catástrofes que pueden acontecerles a los demás como resultado de sus comprobaciones “imperfectas”. Se sienten impelidos a comprobar repetidamente objetos tales como puertas, cerraduras y a apagar los dispositivos domésticos para asegurarse que han evitado los posibles desastres que pudieran haber acontecido en caso de que no se hubiera efectuado la comprobación

Los que se lavan y los que limpian

Son aquellos que padecen obsesiones sobre una posible contaminación por suciedad, gérmenes, virus o substancias extrañas. Viven con el temor constante de sufrir algún daño o de causar un perjuicio a los demás debido a la acción de tales agentes contaminantes

Los que ordenan

Son aquellos que creen que deben organizar ciertos objetos de un modo determinado, exacto o “perfecto”. Llegan a sentirse extremadamente tensos si aquellos son movidos, tocados u ordenados de un modo distinto

Los acumuladores

Son aquellos que recolectan objetos insignificantes y padecen dificultades para deshacerse de cosas que la mayoría de la gente consideraría “porquerías”

Los escrupulosos obsesivos

Son aquellos que se centran en cuestiones religiosas o morales. Sus compulsiones pueden implicar la oración y la búsqueda de confirmación de los demás en lo referente a su “pureza” moral

Algunas personas significativas creen que la persona utiliza los síntomas del TOC para manipular su entorno y que el paciente debería ser capaz de poner fin a dichos síntomas sin esfuerzo ni ayuda

¿Cuándo suele iniciarse el TOC?

El comienzo y mantenimiento del TOC suele tener altibajos, aunque su inicio suele ser gradual y paulatino. Una vez establecido el trastorno se cronifica y los síntomas suelen exacerbarse en períodos de estrés. 

Respecto a la edad de inicio, las investigaciones han mostrado que su inicio suele comenzar en la adolescencia o al principio de la etapa adulta, siendo la edad media de 22 años, y siendo la edad más temprana de inicio en hombres los 13-14 años, y en mujeres 20-24 años. 

Cuando el TOC aparece en personas con más de 35 años se debe sospechar de la presencia de algún tipo de daño neurológico (tumores) o depresión.

Responsabilidad inflada

La creencia de que uno dispone del poder básico para producir o prevenir resultados negativos subjativamente cruciales

Importancia excesiva de los pensamientos

Creencias alternativas a que la mera presencia de un pensamiento indica que algo es importante

Control del pensamiento

La sobreevaluación de la importancia de ejercer un control absoluto sobre los pensamientos, imágenes e impulsos intrusos, y la creencia de que esto es posible y deseable

Intolerancia a la incertidumbre

Creencias sobre la necesidad de estar en lo cierto, la incapacidad personal de afrontar los cambios imprevisibles y la dificultad para funcionar en situaciones ambiguas

Perfeccionismo

La tendencia a creer que existe una solución perfecta para cada problema, que hacer algo perfecto no sólo es posible sino necesario y que incluso los pequeños errores tendrán consecuencias graves

Sobrestimación de la amenaza

La exageración de la probabilidad o gravedad del daño

¿Qué problemas se asocian al TOC?

El TOC suele presentar comorbilidad con una amplia variedad de trastornos mentales (como los reflejados en la imagen de la derecha). De todos ellos, las investigaciones han reflejado que los trastornos depresivos son los más frecuentes, presentando hasta un 9% de suicidios y apareciendo con frecuencia una alta comorbilidad con trastornos de ansiedad.

Del 35% al 50% de las personas con trastorno de Tourette presentan TOC

El 20-30% de los pacientes con TOC informan tics pasados o actuales

Cerca de la mitad de pacientes con TOC presentan rasgos de personalidad obsesivo-compulsiva

El trastorno de personalidad obsesiva se caracteriza por:

No presentar necesariamente obsesiones o compulsiones

Presentar un patrón de preocupación por el orden, el perfeccionismo y el control mental e interpersonal

Presentar preocupación por los detalles, las normas o los horarios, hasta el punto de perder de vista el objeto principal de la actividad

Presentar un perfeccionismo que interfiere con la finalización de las tareas

Presentar una dedicación excesiva al trabajo y a la productividad con exclusión de las actividades de ocio y las amistades

Presentar excesiva terquedad, escrupulosidad e inflexibilidad en temas de moral, ética o valores 

Presentar un rechazo por delegar tareas o trabajo en otros

Adoptar un estilo avaro en los gastos para él y para los demás

¿Qué factores influyen en la aparición y mantenimiento del TOC?

Los estudios en imágenes del cerebro de los individuos con trastorno obsesivo compulsivo han demostrado ciertas anormalidades en varias áreas, entre ellas el tálamo, el núcleo caudado, el córtex orbital y el giro cingulado, lo que ha inclinado la balanza etiológica hacia una mayor evidencia por las sutiles variaciones en las estructuras y circuitos cerebrales. La teoría defendida más ampliamente es que la causa se relaciona con niveles anormales en alguno de los elementos químicos vitales del cerebro: la serotonina.

Además, otra de las causas de aparición del TOC parece encontrarse en la contribución hereditaria. Lo que se hereda parece ser la naturaleza del TOC, no los síntomas específicos; así, una persona puede tener compulsiones de lavado, mientras que su padre las tiene de comprobación. Esto indica que los síntomas no se deben al modelado por observación, aunque este puede facilitar el aprendizaje de una manera de responder miedosa y ritualista.

Otro de los factores relevantes que explican el inicio de este trastorno son las experiencias tempranas. Parece que estas experiencias predisponen al TOC, destacando por ejemplo:

El estilo educativo familiar excesivamente rígido, con énfasis en la responsabilidad y la exigencia

Los rasgos de personalidad obsesiva y perfeccionista en los padres

La formación religiosa centrada en el control de lo que pensamos, considerando que «debemos controlar lo que pensamos»

La formación moral rígida

Y la asociación casual entre el pensamiento de algo negativo y la ocurrencia de dicho evento

Y por último, el cuarto factor explicativo que se ha demostrado como relevante es la existencia de ciertas creencias disfuncionales (dominios de las seis creencias – vistos más arriba- )

¿Qué otros trastornos se relacionan con el TOC?

De acuerdo a la clasificación actual de los trastornos mentales, existen tres trastornos relacionados especialmente con el TOC. Son:

Tricotilomanía

Consiste en arrancarse el pelo de forma recurrente, lo que da lugar a su pérdida. La persona hace intentos fallidos por dejar de arrancarse el pelo o por disminuir su frecuencia, lo que genera un intenso malestar o deterioro a nivel social, laboral o de cualquier otro ámbito de las áreas de funcionamiento de una persona

Trastorno dismórfico corporal

Consiste en la preocupación por uno o más defectos o imperfecciones percibidas en el aspecto físico que no son observables o parecen sin importancia a otras personas, que generan un intenso malestar, y que la persona afronta con comportamientos o actos mentales repetitivos como respuesta a su preocupación

Trastorno de acumulación

Consiste en la dificultad persistente de deshacerse o renunciar a las posesiones, independientemente de su valor real. Esta dificultad es debida a una necesidad percibida de guardar las cosas y al malestar que se siente cuando uno se deshace de ellas

Recientemente, se ha incluido otro trastorno en este ámbito de trastornos relacionados con el TOC. Se trata del trastorno de excoriaciónen el que la persona tiende a dañarse la piel de forma recurrente hasta producirse lesiones cutáneas, intentando en vano dejar de hacerlo o disminuir su intención (como sucede en la tricotilomanía)

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