Trastorno por consumo de cannabis

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Qué es el trastorno por consumo de cannabis

El trastorno por consumo de cannabis (o adicción al cannabis) se caracteriza por la presencia de un patrón problemático de consumo de cannabis que provoca un deterioro o malestar clínicamente significativo. Este malestar se manifiesta en, al menos, dos de los siguientes síntomas en un plazo de 12 meses:

Se consume cannabis con frecuencia en cantidades superiores o durante un tiempo más prolongado del previsto

Existe un deseo persistente o esfuerzos fracasados de abandonar o controlar el consumo de cannabis

Se invierte mucho tiempo en las actividades necesarias para conseguir cannabis, consumirlo o recuperarse de sus efectos

Ansias o un poderoso deseo o necesidad de consumir cannabis

Consumo recurrente de cannabis que lleva al incumplimiento de los deberes fundamentales en el trabajo, la escuela o el hogar

Consumo continuado de cannabis a pesar de sufrir problemas sociales o interpersonales persistentes o recurrentes, provocados o exacerbados por los efectos del mismo

El consumo de cannabis provoca el abandono o la reducción de importantes actividades sociales, profesionales o de ocio

Consumo recurrente de cannabis en situaciones en las que provoca un riesgo físico

Se continúa con el consumo de cannabis a pesar de saber que se sufre un problema físico o psicológico persistente o recurrente probablemente causado o exacerbado por el mismo

Tolerancia por necesidad de cantidades cada vez mayores de cannabis o por un efecto notablemente reducido tras el consumo continuado de la misma cantidad de cannabis

Datos sobre el consumo del cannabis

Los estudios en animales muestran que el THC permanece en el cuerpo mucho después del uso de la marihuana

El THC y los productos de su metabolismo se acumulan de manera gradual y se pueden detectar hasta ocho días después de consumir una sola dosis

El humo de la marihuana provoca cambios en los pulmones que pueden causar problemas respiratorios. El humo de la marihuana contiene alrededor de más de un 50% de carcinógenos que el humo del tabaco

El uso de la marihuana provoca cambios en el ritmo cardiaco y en la circulación de la sangre, similares a los causados por el estrés

Qué es el trastorno por consumo de cannabis

Los efectos de la marihuana varían muchísimo dependiendo de la calidad y la dosis consumida, la personalidad y el estado de ánimo del sujeto, sus experiencias anteriores con la droga, el entorno social, y sus expectativas. Sin embargo, los efectos habituales cuando la marihuana se fuma y se inhala son: la sensación de euforia que se caracteriza por sentimientos de bienestar, aumento de la agudeza perceptiva, relajación, sensación de estar “flotando” o la sensación de que el tiempo se estira y distorsiona.

La inhalación al fumar o utilizar la vaporización da lugar a concentraciones máximas de THC en sangre en un plazo de minutos: la concentración alcanza un valor máximo al cabo de 15 a 30 minutos y disminuye en un plazo de 2 a 3 horas.

Incluso con una dosis fija de THC en un cigarrillo de cannabis, la farmacocinética y los efectos del THC varían en función del peso del cigarrillo de cannabis, la concentración del THC del cigarrillo, su preparación, la concentración de otros cannabinoides, la velocidad de inhalación, la profundidad y duración  de las caladas, el volumen inhalado, el grado de retención del aliento tras la inhalación, la capacidad vital y el humo expulsado y el ajuste de la dosis (Azorlosa, Greenwald y Stitzer, 1995; Azorlosa et al., 1992).

Cuando se fuma, la marihuana se absorbe rápidamente, y sus efectos aparecen en cuestión de segundos, aunque raramente duran más de dos o tres horas, y puede también generar sensaciones desagradables. Por ejemplo, si se consume cuando se está en una situación de estrés, hostilidad, suspicacia o temor, puede llegar a intensificar esos sentimientos.

Con dosis elevadas, algunos individuos más o menos inestables o susceptibles pueden experimentar una fuerte ansiedad y depresión, así como ideas delirantes, alucinaciones, y otras experiencias de tipo psicótico. Hay pruebas de que existe una fuerte relación entre el consumo cotidiano de marihuana y la ocurrencia de síntomas psicóticos.

Varios estudios han asociado el consumo de marihuana con un mayor riesgo de trastornos psiquiátricos, incluidos la psicosis (esquizofrenia), la depresión, la ansiedad y los trastornos porconsumo de drogas, pero no siempre es fácil determinar si el consumo es efectivamente la causa de estos trastornos o en qué medida los causa.

Las pruebas más sólidas hasta ahora se refieren a una conexión entre el consumo de marihuana y los trastornos por consumo de drogas, y entre el consumo de marihuana y trastornos psiquiátricos en personas que tienen una vulnerabilidad preexistente, genética o de otro tipo.

La marihuana también provoca trastornos en la memoria y una mayor lentitud en el procesamiento de la información. El uso continuado de dosis altas durante mucho tiempo tiende a producir letargo y pasividad (síndrome amotivacional). En estos casos la marihuana parece tener un efecto depresivo y alucinógeno.

En cuanto al síndrome de abstinencia del cannabis, la sintomatología es variada y depende de la dosis, el tiempo y la frecuencia del consumo y la personalidad previa.

Así por ejemplo, algunos estudios han mostrado que consumidores diarios de cannabis durante más de 70 meses presentaban ansiedad, tensión, insomnio, anorexia, cansancio, dificultad de concentración, irritabilidad disforia y agresividad, así como síntomas y signos físicos (sudoración, temblor, mialgias, náuseas y diarreas).

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