Bulimia nerviosa
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Qué es la bulimia nerviosa
La bulimia nerviosa es un trastorno de la conducta alimentaria consistente en la presencia de episodios en que la persona ingiere grandes cantidades de comida en un periodo corto de tiempo, experimentando una sensación de falta de control sobre la ingesta que van acompañados de intensos sentimientos de culpa, y que a su vez, son manejados a través de conductas purgativas (vómitos autoinducidos, uso de laxantes, etc.) o compensatorias (restricción alimentaria o ejercicio físico) para mitigar los efectos del atracón.
Además, es frecuente que al igual que anorexia nerviosa, la persona muestre una gran preocupación por su peso y silueta.
El perfil típico de la paciente bulímica es el de una mujer joven (la edad de aparición se sitúa entre los 16 y los 23 años), con un peso y tamaño dentro de la normalidad, que presenta atracones (consumir gran cantidad de alimentos de forma compulsiva y en poco tiempo) seguidos de vómitos, con abuso de laxantes,
diuréticos y práctica excesiva.
Gravedad de la bulimia
Leve
Un promedio de 1-3 episodios de comportamientos compensatorios inapropiados a la semana
Moderado
Un promedio de 4-7 episodios de comportamientos compensatorios inapropiados a la semana
Grave
Un promedio de 8-13 episodios de comportamientos compensatorios inapropiados a la semana
Extremo
Un promedio de 14 o más episodios de comportamientos compensatorios inapropiados a la semana
Dentro de la bulimia nerviosa encontramos dos subtipos:
La bulimia nerviosa de tipo purgativo: en este subtipo es frecuente que la persona se fuerce el vómito o emplee laxantes y diuréticos para compensar el atracón
La de tipo no purgativo: en este subtipo se emplean conductas compensatorias inapropiadas como el ejercicio físico intenso o el ayuno excesivo
Síntomas de la bulimia
La bulimia nerviosa presenta una serie de síntomas o criterios diagnósticos que se enumeran a continuación:
Episodios recurrentes de atracones
Un episodio de atracón se caracteriza por la ingestión de una cantidad de alimentos muy superior a lo que una persona normal ingeriría o por la sensación de falta de control sobre lo que se ingiere
Comportamientos compensatorios inapropiados recurrentes
Para evitar el aumento de peso, como el vómito autoprovocado, el uso incorrecto de laxantes, diuréticos u otros medicamentos, el ayuno o el ejercicio excesivo
Atracones
Los atracones y los comportamientos compensatorios inapropiados se producen, de promedio, al menos una vez a la semana durante tres meses
Autoevaluación
La autoevaluación se ve indebidamente influida por la constitución y el peso corporal
Alteración
La alteración no se produce exclusivamente durante los episodios de anorexia nerviosa
Perfil del paciente bulímico
Episodios recurrentes de voracidad
Alternan con ciclos restrictivos
Ayuno
Hiperactividad
Deterioro de piezas dentales
Comen a escondidas
Se sienten culpables
Apenas mastican
Oscilaciones bruscas de peso
Además, la desnutrición en la bulimia puede provocar los siguientes síntomas físicos:
Hipotermia
Bajada de la temperatura corporal, suelen ser personas que tienen mucho frío y que van con un exceso de ropa
Bradicardia
Hay un enlentecimiento del ritmo cardiaco
Hipotensión
La tensión arterial en estos enfermos es baja, y se pueden producir vértigos y desvanecimientos
Anemia
Disminución de la concentración de hemoglobina en la sangre; esto produce cansancio y alteraciones menstruales
Osteoporosis
Disminución de la masa ósea ocasionando una mayor susceptibilidad para las fracturas
Amenorrea
Ausencia de la menstruación durante un periodo de tiempo prolongado
Estreñimiento
La evacuación intestinal es muy infrecuente o existe una dificultad para la expulsión de las heces
Lanugo
Vello (similar al de los recién nacidos) que sale por todo el cuerpo, (cara, brazos, piernas…)
Sequedad de piel
Uñas rotas
Caída del cabello
Hinchazón del vientre
Es frecuente observar a las personas con bulimia algunos síntomas comportamentales como:
Los vómitos autoprovocados
La evitación de comidas sociales
La evitación de comidas familiares y de la propia familia
La disminución del rendimiento escolar y laboral
El consumo de alcohol y de drogas
Una disminución de las horas de sueño o el almacenamiento de comida
Y, en tercer lugar, podemos considerar los síntomas psicológicos y emocionales. Estos son:
El terror a subir de peso o el deseo compulsivo de perderlo
La baja autoestima
El ánimo depresivo con ideación suicida
La dificultad para concentrarse
La irritabilidad y los cambios de humor
Distorsiones específicas de imagen corporal
Compración injusta
Compararnos con gente que conocemos que tienen atributos físicos que uno desea
El espejo malhumorado
Generalización de pensamientos negativos y estado de ánimo
El ideal irreal
Comparar el propio aspecto con el ideal de belleza del momento: top models…
Expansión de la fealdad
Extender el descontento a partir de algún aspecto que a uno no le gusta
Juego de culpa
Inferir que el aspecto de uno ha sido la causa de algo que no se quería que ocurriera
Atadura de la belleza
Pensar que la propia apariencia prohíbe o impide hacer ciertas actividades
La bella o la bestia
O guapa o fea, o delgada o gorda: no hay punto intermedio
La ceguera mental
Minimizar los aspectos físicos propios que están bien
La lupa
Atención excesiva a los defectos que uno percibe de sí mismo
Leer (mal) la mente
Si yo lo pienso, los demás también lo estarán pensando
Predecir la desdicha
Creer que el propio aspecto llevará a consecuencias negativas en el futuro
Sentirse fea
Sentirse fea es la evidencia de que una debe ser, de hecho, fea
¿Qué causa la bulimia?
Hay una gran variedad de factores que influyen en la aparición y mantenimiento de la bulimia. Aquí los vamos a clasificar en tres cojuntos: factores predisponentes (aquellos que predisponen al trastorno), factores precipitantes (aquellos que empujan hacia la aparición del problema) y factores de mantenimiento (aquellos que mantienen el trastorno en el tiempo).
Factores predisponentes
Los factores predisponentes son aquellos que favorecen el desarrollo en una patología en un individuo. Destacan para la bulimia los siguientes:
Desequilibrio en funcionamiento de áreas cerebrales por dietas
Problemas para discriminar sensaciones de hambre-saciedad
La obesidad o el sobrepeso
La edad y el sexo femenino
La baja autoestima
Personas muy necesitadas de aprobación externa
Tendencia al perfeccionismo y al autocontrol
El miedo a la madurez y a ser autónomos
Preocupación excesiva de los padres por la figura, las dietas bajas en calorías…
Antecedentes familiares de trastornos alimentarios, de trastornos afectivos…
Factores precipitantes
Los factores precipitantes son aquellos factores que desencadenan la aparición de este tipo de trastornos, dentro de un contexto vulnerable. Estos son:
Cambios físicos interpretados como gordura
Críticas físicas, burlas, humillaciones
La presencia de dietas
Los eventos estresantes (a nivel relacional, interpersonal, etc.)
Cambios que requieren una adaptación y una mayor madurez
Factores mantenedores
Los factores mantenedores son aquellos factores que mantienen el trastorno una vez que éste ya ha sido desarrollado. Estos son:
La negación de la enfermedad por parte de las personas que lo sufren mantiene este problema, ya que no suelen seguir las recomendaciones de los profesionales, si es que consienten que les atienda alguno
El hecho de hacer dietas muy estrictas aumenta el riesgo de que aparezcan atracones, ya que el mantener una restricción alimentaria tan estricta aumenta el deseo por consumir esos alimentos prohibidos
El refuerzo positivo que obtiene la persona por las dietas, ya que
normalmente los demás suelen decir lo guapa/o que está (ahora que está más delgada) y la fuerza de voluntad que tiene por poder llevar a cabo esa dieta
Los conflictos intrafamiliares, la inconsistencia en las decisiones de los padres, que la familia minimice el trastorno o niegue la enfermedad
Aspectos cognitivos en la bulimia nerviosa
Conciben la delgadez como sinónimo de éxito, adquiriendo un papel central en sus vidas
La pérdida de peso y el control de la ingesta se perciben como logros importantes, y la capacidad de restringir la ingesta alimentaria, como signo de autodisciplina y control
Los pensamientos «automáticos» negativos en torno al aspecto y el control de la ingesta, y las distorsiones cognitivas asocidadas, son centrales en su psicopatología y en las explicaciones cognitivas de estos trastornos
Diagnóstico diferencial
El diagnóstico diferencial de la bulimia nerviosa debe descartar otros cuadros y trastornos que presentan una sintomatología parecida, como por ejemplo:
Síndrome de Kleine-Levin
Trastorno depresivo mayor, con características atípicas
Diagnóstico y comorbilidad en la bulimia
Los trastornos de la personalidad, parciales o completos, son habituales especialmente entre pacientes que requieren ingreso
Los trastornos de ansiedad son un factor de riesgo en el desarrollo y mantenimiento de los TCA, particularmente en los casos de inicio temprano
Los trastornos afectivos, el trastorno depresivo mayor y el trastorno distímico son los trastornos comórbidos más comunes en la anorexia y la bulimia
Comorbilidad de la bulimia
La comorbilidad con los trastornos mentales es frecuente en los individuos con bulimia nerviosa, la mayoría de los cuales experimenta, al menos, otro trastorno mental, mientras que otros padecen varias afecciones comórbidas. La comorbilidad no se limita a un subconjunto en particular, sino que se produce dentro de un amplio espectro de trastornos mentales. Existe un aumento en la frecuencia de síntomas depresivos (p. ej., baja autoestima) y trastornos depresivos y bipolares (particularmente los trastornos depresivos) entre los individuos con bulimia nerviosa.
También está elevada la frecuencia de los síntomas de ansiedad (p. ej., miedo a las situaciones sociales) y los trastornos de ansiedad.
Estas alteraciones del estado de ánimo y de la ansiedad remiten con frecuencia después del tratamiento eficaz de la bulimia nerviosa.
Por otro lado, la prevalencia del consumo de sustancias, particularmente del consumo de alcohol o de estimulantes, es de al menos el 30 % entre los individuos con bulimia nerviosa. Mientras que un porcentaje sustancial de individuos con bulimia nerviosa también presenta características de la personalidad que cumplen los criterios de uno o varios trastornos de la personalidad, siendo el más frecuente el trastorno de la personalidad límite.
Objetivos del tratamiento
Restaurar o normalizar el peso y el estado nutricional
Tratar las complicaciones físicas
Proporcionar educación sobre patrones alimentarios y nutricionales sanos
Tratar los trastornos asociados
Modificar/mejorar las disfunciones previas o adquiridas a consecuencia de los TCA
Conseguir el apoyo familiar de la persona afectada del TCA
Prevenir las recaídas
Tratamiento de la bulimia
Para la bulimia nerviosa, el tratamiento de elección es la terapia cognitivo-conductual (TCC). Es eficaz en el 50 por 100 de los casos y consigue sus efectos más rápidamente que la terapia interpersonal. Los fármacos antidepresivos producen una disminución en la frecuencia de los atracones y las purgas y una mejora en el estado de ánimo; sin embargo, su efecto no es tan relevante como el que se obtiene con la terapia cognitivo-conductual y en el seguimiento no se mantienen sus resultados (Fairburn y Harrison, 2003).
La TCC además de mejorar los atracones y las purgas, también modifica la tendencia a hacer dietas extremas y las actitudes hacia el peso y la figura, así como otros síntomas de psicopatologías asociadas como: depresión, baja autoestima, deterioro en el funcionamiento social, y conductas típicas de trastornos de personalidad.
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